martes, 18 de octubre de 2011

LA CONVALECENCIA

CONVALECENCIA

 Es el periodo de recuperación de una enfermedad, de una intervención quirúrgica o de una lesión. 

 FASES DE LA CONVALECENCIA:

La recuperación de una lesión es un proceso dinámico en el cual el paciente rápidamente va cambiando y progresa, presentando cada día un aspecto clínico diferente y un balance fisiológico cambiado. Un componente importante de la experiencia y la destreza del cirujano depende de su comprensión de la fase cambiante de la recuperación diaria.  Esto es algo que muchas veces sólo se logra con años de experiencia.  La división de la evolución constante de una convalecencia normal después de una lesión grave en cuatro fases es simplemente una presentación arbitraria para describir algunos de estos aspectos dinámicos.

            FASE DE LESIÓN AGUDA:

             Clínicamente el paciente va a presentar pulso rápido (frecuentemente acompañado de un aumento de gasto cardíaco), se siente enfermo o incapaz, muchas veces desea dormir excesivamente, si tiene dolor requiere medicación, no desea que lo moleste nadie, suele evitar las luces intensas y, cuando encuentra una posición cómoda, desea persistir en ella inmóvil y sin que lo molesten.

La temperatura corporal suele estar elevada después de una lesión. Una buena cirugía y una excelente anestesia disminuyen esta fiebre al mínimo, conservando una perfecta ventilación de todos los segmentos pulmonares. La fiebre posoperatoria temprana mayor de 38 C depende de la presencia de sangre en los tejidos o de pequeñas zonas de atelectasia pulmonar suponiendo ausencia de infección invasora.

              FASE DE CRISIS:

 Probablemente esta sea la más espectacular de las fases dinámicas de la convalecencia después de producirse una lesión. Se caracteriza por recuperación del peristaltismo, expulsión de gases, aparición de apetito y deseo intenso de alimento, diuresis, recuperación del interés por lo que rodea al paciente.

Existe un cambio metabólico que constituye la prueba bioquímica más elocuente de que se llegó a este “punto de inflexión”: se trata de una disminución espontánea de la excreción urinaria de nitrógeno, sin que haya cambiado la ingestión.

 El restablecimiento final de los volúmenes de líquidos corporales hasta cifras normales, terminado la secreción de aldosterona, y la aparición de una diuresis libre resultan característicos.

               FASE ANABÓLICA:

 La fase de lesión aguda ha permitido reunir la mayor parte de datos metabólicos y endócrinos; la fase de crisis es la más manifiesta y espectacular; la fase de anabólica positiva es la más importante en términos de rehabilitación social, psicológica, sexual y económica.  Por este motivo en la literatura esta es la única fase considerada (convalecencia) y las dos fases precedentes sólo constituyen fenómenos previos.

 La fase anabólica de la convalecencia se caracteriza por aumento de fuerzas, apetito, ingreso de alimento, absorción normal y aparición de un balance nitrogenado positivo prolongado que se conserva hasta que se han recuperado las pérdidas iniciales de nitrógeno.

 Es poco lo que sabemos sobre endocrinología de la fase anabólica. Parece tratarse de un periodo durante el cual la hormona del crecimiento y la insulina son activas, proporcionando compuestos de nitrógeno para la síntesis de actina y miosina en el músculo, conservando valores normales de glucemia a pesar de ingresos copiosos y digiriendo compuestos nitrogenados hacia la síntesis proteínica con una pérdida mínima de área por la orina.


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