martes, 18 de octubre de 2011

EXAMEN DE MAMAS


El examen de las mamas es muy importante en las mujeres, especialmente para detectar precozmente la presencia de un cáncer. Se efectúa mediante la inspección y la palpación. El examen debe ser prolijo, respetando siempre el pudor de la paciente.
En la mama existe tejido glandular y fibroso, grasa subcutánea y retromamaria. El tejido glandular se organiza en lóbulos y lobulillos que drenan a los conductos galactóforos, los que a su vez desembocan en el pezón. Con la edad el componente glandular se atrofia y es reemplazado por grasa. Para localizar las lesiones en las mamas, se divide virtualmente en cuatro cuadrantes. Casi todo el tejido glandular se encuentra en el cuadrante superior externo, el cual se prolonga hacia la axila formando una cola. El drenaje linfático se efectúa principalmente hacia la axila, pero también a regiones claviculares y estructuras profundas del tórax.
Inspección
En la inspección se observan ambas mamas tratando de descubrir asimetrías, abultamientos, deformaciones, retracciones, etc. El examen se efectúa estando la paciente acostada, sentada o de pié (hay que recordar que es una parte más del examen físico). Para distinguir asimetrías entre una y otra mama puede ser conveniente pedir a la persona que se siente y que ponga sus brazos a los lados en forma de jarra y empuje con sus manos contra las caderas. Después, se examina solicitándole que levante los brazos hacia arriba.
En las aréolas mamarias es posible distinguir unas prominencias pequeñas que corresponden a glándulas sebáceas (tubérculos de Montgomery) y algunos folículos pilosos.
Algunas mujeres presentan más debajo de las mamas, siguiendo la dirección de una supuesta línea mamaria embrionaria, unas formaciones solevantadas que corresponden a pezones, y    eventualmente, mamas supernumerarias.
Si el pezón de una mama está aplanado o retraído (umbilicado) y esto ha ocurrido en el último tiempo, conviene tener presente la posibilidad de una lesión cancerosa que haya retraído el pezón. Si esta condición es antigua, probablemente no indique una condición de cuidado como la anterior.
Palpación
La palpación se efectúa habitualmente estando la paciente acostada de espalda. Se le pide que levante el brazo del lado que se va a examinar y coloque la mano detrás de la cabeza. Toda la glándula debe ser examinada, incluyendo los cuatro cuadrantes, el tejido bajo del pezón y la cola de las mamas. Además, se deben examinar las axilas.
El examen se efectúa presionando con los dedos contra la pared torácica. El recorrido puede ser en forma radial (desde el pezón a la periferia hasta completar todo el círculo) o por cuadrantes.
Si se tiene la sensación de palpar un nódulo, es necesario precisar:
  • La ubicación
  • El tamaño
  • La forma y si se logra delimitar con facilidad (bordes)
  • La consistencia
  • Si es sensible
  • Si es posible desplazar o está adherido a los tejidos vecinos.
  • Si la piel está comprometida (ejemplo: enrojecida o con aspecto de “piel de naranja”)
Al tener la sensación de palpar un nódulo puede ser de ayuda palpar a continuación con las dos manos, para precisar mejor las características de la lesión.
Las mamas grandes son más difíciles de examinar y existe mayor riesgo que no sea posible palpar algunos nódulos.
En mujeres en edad fértil, es frecuente que en el período justo antes de su menstruación las mamas aumenten un poco de volumen, se hagan más sensibles y se palpen numerosos nodulitos del tamaño de granos de arroz. que no tienen mayor cuidado.
Las mamografías y ecografías complementan el examen de las mamas para precisar mejor la naturaleza de lesiones que se palpan o descubrir otras que no fue posible detectar.
Indudablemente la palpación y la inspección son acciones conjuntas y mediante ellas se va recogiendo información.
Factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama:
·        Tener familiares cercanos que hayan tenido cáncer de mama
·        Haber tenido cáncer de mama
·        La edad (entre 40 años y por lo menos hasta los 65 a 70 años, dependiendo también de los antecedentes familiares)
·        Una menarquia precoz (antes de los 12 años)
·        El primer parto después de los 30 años
·        No haber tenido hijos
·        Una menopausia después de los 55 años
Es conveniente que las mujeres tengan el hábito de autoexaminarse (una vez al mes). Para esto levantan el brazo y se examinan la mama de ese lado con la otra mano. Una buena oportunidad es hacerlo al ducharse o al acostarse. Si están acostumbradas a examinarse, notarán precozmente una lesión que esté apareciendo.
Algunas alteraciones:
Entre las lesiones palpables destacan:
·        Nódulos que corresponden a una enfermedad fibroquística de las mamas
·        Lesiones de bordes nítidos que corresponden a fibroadenomas (son más frecuentes en mujeres jóvenes)
·        Lesiones que corresponden a un cáncer de mamas.
Si se palpa algo anormal, como un nódulo, va a ser necesario efectuar un estudio de imágenes (una mamografía, que eventualmente se complementa con una ecografía para distinguir entre nódulos sólidos y quistes).
Salida de líquido por un pezón:
Puede salir en forma espontánea o al exprimir la glándula o el pezón mismo. Este líquido puede ser:


Galactorrea:
Es la salida de leche en condiciones en que la mujer no está lactando después de un embarazo. Entre las principales causas destacan trastornos endocrinológicos y ciertos medicamentos.
Ser una secreción serosa, hemática o serohemática: en estos casos cabe plantear la posibilidad de una lesión intraductal (habrá que identificar por cuál conducto galactóforo sale el líquido).
Secreción purulenta en relación a un proceso infeccioso

Examen de las axilas:
La palpación de las axilas tiene especial importancia por la posibilidad de encontrar ganglios comprometidos. Separando un poco el brazo, el examinador palpa la axila presionando contra la pared torácica. Con su mano derecha, palpa la axila izquierda, y con la mano izquierda, la axila derecha.
Las mamas en el hombre:
Ginecomastia:
 Es el desarrollo de las mamas en el hombre, más allá de lo normal. Es frecuente de observar en algunos jóvenes en la edad de la pubertad. En los adultos se observa ocasionalmente por trastornos hormonales, por la ingesta de algunos medicamentos o en enfermedades como la cirrosis hepática.
Los hombres también pueden tener un cáncer de mamas, pero es poco frecuente.

Valoración DE UNA MASA O nodulo EN LA MAMA
·        Localización
·        La lesión(es simple o múltiple)
·        Sensibilidad y consistencia de la masa
·        Si la lesión está fijada a la pared torácica
·        Hoyuelos en la piel
·        Retracción o desplazamiento del pezón
·        Ganglios axilares y supraclaviculares
·        Si la lesión es translucida
MODO DE REALIZARSE UN AUTOEXAMEN DE MAMAS

LA CONVALECENCIA

CONVALECENCIA

 Es el periodo de recuperación de una enfermedad, de una intervención quirúrgica o de una lesión. 

 FASES DE LA CONVALECENCIA:

La recuperación de una lesión es un proceso dinámico en el cual el paciente rápidamente va cambiando y progresa, presentando cada día un aspecto clínico diferente y un balance fisiológico cambiado. Un componente importante de la experiencia y la destreza del cirujano depende de su comprensión de la fase cambiante de la recuperación diaria.  Esto es algo que muchas veces sólo se logra con años de experiencia.  La división de la evolución constante de una convalecencia normal después de una lesión grave en cuatro fases es simplemente una presentación arbitraria para describir algunos de estos aspectos dinámicos.

            FASE DE LESIÓN AGUDA:

             Clínicamente el paciente va a presentar pulso rápido (frecuentemente acompañado de un aumento de gasto cardíaco), se siente enfermo o incapaz, muchas veces desea dormir excesivamente, si tiene dolor requiere medicación, no desea que lo moleste nadie, suele evitar las luces intensas y, cuando encuentra una posición cómoda, desea persistir en ella inmóvil y sin que lo molesten.

La temperatura corporal suele estar elevada después de una lesión. Una buena cirugía y una excelente anestesia disminuyen esta fiebre al mínimo, conservando una perfecta ventilación de todos los segmentos pulmonares. La fiebre posoperatoria temprana mayor de 38 C depende de la presencia de sangre en los tejidos o de pequeñas zonas de atelectasia pulmonar suponiendo ausencia de infección invasora.

              FASE DE CRISIS:

 Probablemente esta sea la más espectacular de las fases dinámicas de la convalecencia después de producirse una lesión. Se caracteriza por recuperación del peristaltismo, expulsión de gases, aparición de apetito y deseo intenso de alimento, diuresis, recuperación del interés por lo que rodea al paciente.

Existe un cambio metabólico que constituye la prueba bioquímica más elocuente de que se llegó a este “punto de inflexión”: se trata de una disminución espontánea de la excreción urinaria de nitrógeno, sin que haya cambiado la ingestión.

 El restablecimiento final de los volúmenes de líquidos corporales hasta cifras normales, terminado la secreción de aldosterona, y la aparición de una diuresis libre resultan característicos.

               FASE ANABÓLICA:

 La fase de lesión aguda ha permitido reunir la mayor parte de datos metabólicos y endócrinos; la fase de crisis es la más manifiesta y espectacular; la fase de anabólica positiva es la más importante en términos de rehabilitación social, psicológica, sexual y económica.  Por este motivo en la literatura esta es la única fase considerada (convalecencia) y las dos fases precedentes sólo constituyen fenómenos previos.

 La fase anabólica de la convalecencia se caracteriza por aumento de fuerzas, apetito, ingreso de alimento, absorción normal y aparición de un balance nitrogenado positivo prolongado que se conserva hasta que se han recuperado las pérdidas iniciales de nitrógeno.

 Es poco lo que sabemos sobre endocrinología de la fase anabólica. Parece tratarse de un periodo durante el cual la hormona del crecimiento y la insulina son activas, proporcionando compuestos de nitrógeno para la síntesis de actina y miosina en el músculo, conservando valores normales de glucemia a pesar de ingresos copiosos y digiriendo compuestos nitrogenados hacia la síntesis proteínica con una pérdida mínima de área por la orina.


domingo, 16 de octubre de 2011

LESIONES DE LA OROFARINGE


       
La orofaringe, bucofaringe, mesofaringe o porción bucal de la faringe o garganta, es una región anatómica que nace en la porción más posterior de la boca, desde el paladar blando hasta el hueso hioides e incluye el tercio posterior de la lengua, en su cara anterior, la orofaringe limita con la cavidad bucal por medio de los pilares palatinos anteriores y posteriores y a cada lado  con las amígdalas palatinas.
Amígdalas
Las amígdalas o tonsilas son tejidos linfoide situadas en la faringe y que constituyen el anillo de Waldeyer, protegiendo la entrada de las vías digestiva y respiratoria de la invasión bacteriana.
La simple presencia de una amígdala ligeramente aumentada de volumen no es normal. Las criptas amigdalinas pueden contener detritus, pero ello por si solo carece de significación.
Amigdalitis Aguda
Es la inflamación de las amígdalas palatinas causada por el EBGA. Si no se trata a largo plazo puede producir infecciones generalizadas y amigdalitis bacteriana crónica y permanente. Que puede ocasionar fiebre, dolor de cabeza, y malestar general.las amígdalas están hinchadas y enrojecidas. La superficie suele estar cubierta de manchas blancas formado por el exudado q sale de las criptas amigdalinas.
Amigdalitis Crónica
Tiene varias formas de repetición: hipertrofia de amígdalas palatinas, amigdalitis de repetición, y amigdalitis caseosa. Los gérmenes se acantonan en las criptas y dan lugar a la clínica: Anorexia, Astenia Disfagia discreta, Febrícula, Ganglios que no disminuyen hasta un tamaño normal, Posible infección a distancia.
Absceso Periamigdalinos
El abceso periamigdalino agudo, el paciente tiene dificultad para abrir la boca. La zona amigdalar esta intensamente hinchada y edematosa. La amígdala afectada parece desplazada hacia el lado opuesto.

Tuberculosis Amigdalar
Las amígdalas muchas veces son asiento primario de tuberculosis cervical. Puede haber muy pocos cambios en el aspecto de la amígdala, o hallarse deformada o hipertrofiada.los linfomas pueden invadir las amígdalas, produciendo una hipertrofia de superficie lisa.
Absceso Retrofaríngeo
El paciente suele der un niño. La lesión aparece como protrusión de la pared faríngea posterior.

GLANDULAS SALIVARES

Glándula Parótida
La parótida es una glándula salival muy voluminosa, bilateral, situada a ambos lados de la cara, en una celda osteofibrosa dependiente de la aponeurosis cervical superficial por debajo del conducto auditivo externo (CAE), por detrás de la rama ascendente del maxilar inferior y por delante de las apófisis mastoides y estiloides; pesa alrededor de 25 gramos. La atraviesan 3 estructuras importantes: el nervio facial, la vena retromandibular y la arteria carótida externa izquierda. La parótida produce la mayor cantidad de saliva de predominio seroso.
Parotiditis

La parotiditis, más popularmente conocida con el nombre de paperas, es una enfermedad contagiosa que puede ser aguda o crónica, localizado fundamentalmente en una o ambas glándulas parótidas, que son glándulas salivales mayores ubicados detrás de las ramas ascendentes de la mandíbula. Es causado por un virus de los Paramyxoviridae, causando una enfermedad clásicamente de los niños y adolescentes, aunque puede también causar infecciones en adultos sensibles. Por lo general, la enfermedad produce inmunidad de por vida, por lo que puede ser prevenida por la administración de una vacuna, la vacuna triple vírica SPR.
La parotiditis puede afectar a otras glándulas del cuerpo, el sistema nervioso central y los testículos. Las complicaciones más frecuentes son la meningitis y la inflamación testicular que puede llevar a la infertilidad. El tratamiento consiste en el alivio de los síntomas.

TUMORES  DE LA GLANDULA PAROTIDA


                        Tumores Benignos

El tumor mixto benigno o adenoma pleomórfico, aparece entre los 20 y 40 años, es de crecimiento lento y tiene una pseudocápsula que puede ser atravesada por prolongaciones del tumor, de ahí que su resección por enucleación o con márgenes estrechos puede significar una recidiva.





El tumor de Warthin o cistoadenoma papilar linfomatoso, tumor benigno, probablemente originado de elementos linfáticos, tiene cápsula completa y se encuentra en pacientes mayores de 60 años, puede ser bilateral en 10% de los casos y en ocasiones múltiple.




El oncocitoma es un tumor benigno de crecimiento lento que se encuentra en grupos de edad avanzada, es encapsulado y con aspecto oscuro similar al melanoma.





El adenoma monomórfico, incluye un grupo de lesiones benignas que pueden tener una variedad de presentación, el más común es el adenoma de células basales y el adenoma oxifílico (oncocitoma).

Tumores malignos

El carcinoma mucoepidermoide es el tumor más frecuente de las glándulas salivales mayores. Puede ser confundido en la histología con tinción de hematoxilina y eosina con un carcinoma escamoso o epidermoide. Tiene un amplio espectro de agresividad. Depende del grado de malignidad la posibilidad de dar metástasis y provocar la muerte.






El carcinoma de células acinosas es poco frecuente. Probablemente alcanza el 10% de los cánceres de glándulas salivales. Es más frecuente en la parótida. Es un tumor de bajo grado de malignidad y rara vez invade el nervio facial, las metástasis a distancia son tardías y de mal pronóstico
El adenocarcinoma constituye aproximadamente el 16% de los tumores malignos de la glándula parótida y el 9% de los de la glándula submandibular. Es más frecuente en glándulas salivales menores de la nariz y senos paranasales.

 El tumor mixto maligno constituye el 14% del cáncer de la glándula parótida y el 12% del de la glándula submandibular. El diagnóstico histológico es difícil por lo similar a su variedad benigna. En una baja proporción, los tumores mixtos malignos se originan de un (carcinoma exadenoma pleomorfo).



 El carcinoma adenoide-quístico constituye casi el 25% de los cánceres de glándulas salivales. En la parótida se presentan entre el 10 y al 15% este cáncer es proporcionalmente más frecuente en las glándulas salivales menores, puede tener una evolución prolongada de 10 a 20 años sin metástasis y cuando se presentan, con mayor frecuencia pulmonares la muerte ocurre en un tiempo relativamente corto. Este carcinoma tiene la capacidad de invadir el tejido nervioso, comprometiendo el control local y la sobrevida.


 Examen físico de la glándula parótida

La inspección de la cara y el cuello permitirá detectar cambios de pigmentación o aumentos de volumen, asimetrías u otras alteraciones. Para la palpación comenzando por el lado izquierdo incline la cabeza del paciente hacia ese lado con ayuda de su mano izquierda, mientras que con la derecha se realiza la palpación, repita la maniobra en el lado derecho invirtiendo sus manos. Palpe atentamente las zonas de las cadenas ganglionares submandibular, yugular interna, cervical transversa y espinal accesoria y los grupos submentonianos, parotídeos, preauricular, retroauricular y occipital. Palpe las glándulas salivales parótidas, submandibulares y sublinguales y la articulación temporo-mandibular.
Para completar la exploración del cuello, sitúese por detrás del paciente y utilizando ambas manos realice la palpación de todo el cuello detectando las posibles diferencias entre las estructuras contralaterales.
Cuando se note xerostomía o aumento de volumen de algunas de las glándulas salivales debe extraerse y evaluarse la calidad, cantidad y consistencia de la saliva. Para ordeñar la glándula parótida coloque un dedo en el área preauricular y mueva el dedo hacia delante siguiendo el camino del conducto. La glándula submaxilar es ordeñada colocando un dedo en el triángulo submandibular del cuello con un movimiento hacia el mentón. La saliva proveniente de las glándulas submandibulares es drenada por el conducto de Wharton localizado detrás de los incisivos inferiores. Las glándulas salivales con funcionamiento normal producirán al menos una gota de saliva clara y acuosa.




Glándula Submaxilar


La glándula submaxilar es una glándula salival que tiene una forma irregular y un tamaño parecido a una nuez. Se localiza en la parte posterior del piso de la boca. Esta glándula produce una secreción musinosa acuosa, llamada mucoserosa, a través del Conducto de Wharton. Está situada en la parte lateral de la región suprahioidea. Se halla contenida en una celda osteofibrosa. En su origen está en relación por dentro con el hiogloso y por fuera con el milohioideo.


Esta glándula aumentada de tamaño es fácil de delimitar por palpación. El examinador se coloca por detrás del paciente y pasa sus dedos por debajo de la rama de maxilar, pero resulta más eficaz y da mayor significación la palpación bimanual, con el dedo de una mano en el suelo de la boca y los de la otra por debajo de la rama maxilar.las glándulas submaxilares pueden estar afectadas por tuberculosis y son asiento frecuente de inflamación calcárea.los tumores de la submaxilar son menos frecuentes que los de la parótida, pero tienen mayor frecuencia a ser carcinomatosos.


CUELLO


Inspección:
Está orientada a buscar cambios en:
·         La forma del cuello (adenopatías, bocio, lipomas, quistes o tumores). En este caso es muy importante la ubicación del aumento de volumen cervical pues nos orientará en el diagnóstico.
·         La piel: signos vasculares, congestión venosa, cicatrices quirúrgicas, nevos, melanoma y radiodermitis. También puede verse el orificio externo de fístulas.
Debe examinarse la posición y movilidad de la cabeza en busca de espasmos musculares.

       Palpación:
La palpación se lleva a cabo desde el frente o desde atrás del paciente, lo importante es que ambos lados deben ser palpados y comparados. La cabeza debe inclinarse levemente hacia delante para relajar los tejidos blandos.
La palpación en busca de adenopatías debe ser sistemática y se recomienda seguir un orden: desde los linfonodos submentonianos hacia los submandibulares, luego a lo largo de esternocleidomastoídeo hasta el espacio supraclavicular, y desde ahí siguiendo el curso del nervio accesorio terminando en los grupos retroauricular y preauricular.
La palpación de la glándula tiroides se realiza desde atrás del enfermo, con los pulgares afirmados debajo de la nuca y los dedos restantes sobre la región tiroidea en la cara anterior del cuello. Es útil ubicar la posición del cartílago cricoides, ya que inmediatamente bajo él se encuentra el istmo tiroideo. En esta posición se indica al enfermo que degluta mientras se intenta delimitar los lóbulos tiroideos. La glándula asciende con los movimientos deglutorios.
Finalmente debe palparse la tráquea, evaluar su movilidad en sentido lateral y su ubicación en la línea media (descartar desplazamientos).

Auscultación:
Debe realizarse cuando se sospecha tumor del cuerpo carotídeo, aneurismas vasculares, estenosis carotídea o bocio hipertiroideo

Ganglio linfáticos cervicales
Los ganglios o nódulos linfáticos cervicales están localizados en el cuello. Se dividen en dos grupos: superficiales y profundos. Hay tres grupos de ganglios linfáticos superficiales: los submaxilares, cerca de la mandíbula, los suprahioideos, cerca del hueso hioides de la garganta y los cervicales, situados a lo largo de la vena yugular externa. Los nódulos cervicales profundos son grandes y están situados cerca de la faringe, del esófago y de la tráquea. Cuando se tiene dolor de garganta, los glóbulos blancos se agrupan en los nódulos situados allí para combatir la infección, por ello se sensibiliza e inflama la garganta.
Quiste Tirogloso
Es un quiste fibroso que se forma de manera persistente en el conducto tirogloso, usualmente el medio del cuello, doloroso a la palpación, en especial si llega a infectarse. Puede causar dificultades para respirar, para tragar y/o malestar abdominal, especialmente si la masa se torna grande.

Quiste Braquial

Es un trastorno congénito, caracterizado por la aparición de un nódulo o masa en el cuello de forma ovalada, movible y aparece justo por debajo de la piel entre el músculo esternocleidomastoideo y la faringe. En la mayoría de los casos tiene su origen del segundo arco branquial y por esa razón aparece en la cara lateral del cuello. Por lo general su aparición es en la edad preescolar después de una infección del tracto respiratorio superior. El diagnóstico lo corrobora una ecografía el cual visualiza su forma quística y su contenido. El tratamiento es la extirpación completa quirúrgica, pues no se reduce con medicamentos.

Higroma Quístico
Es una anomalía congénita consistente en una masa que comúnmente se presenta en el área de la cabeza y el cuello.

Causas

Un higroma quístico ocurre a medida que el bebé crece en el útero y se forma a partir de pedazos de material que lleva líquido y glóbulos blancos. Dicho material se denomina tejido linfático embrionario. Después del nacimiento, un higroma quístico generalmente luce como una protuberancia suave bajo la piel. El quiste tal vez no se detecte al nacer. Típicamente crece a la par con el crecimiento del niño y, algunas veces, no se nota hasta que el niño está más grande.
Algunas veces, un higroma quístico se observa cuando el bebé está aún en el útero, usando una ecografía del embarazo. Esto puede significar que el bebé tiene un problema cromosómico u otras anomalías congénitas.

Tortícolis

La tortícolis es un tipo de distonía (contracciones musculares prolongadas) en que los músculos del cuello, particularmente el músculo esternocleidomastoideo, se contraen involuntariamente y hacen que se incline la cabeza.

Glándula Tiroides

La tiroides es una glándula neuroendocrina, situada justo debajo de la manzana de Adán  junto al cartílago tiroides y sobre la tráquea. Pesa entre 15 y 30 gramos en el adulto, y está formada por dos lóbulos en forma de mariposa a ambos lados de la tráquea, ambos lóbulos unidos por el istmo. La glándula tiroides regula el metabolismo del cuerpo, es productora de proteínas regula la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas.



Palpación del tiroides

Se ubica en la parte anterior y baja del cuello, por debajo del cartílago cricoides.


La glándula se puede palpar por delante del paciente o colocándose el examinador por detrás. En el primer caso es posible hacerlo estando el paciente acostado en decúbito dorsal o, mejor aún, estando el paciente sentado. El examinador se coloca frente a él y con el pulgar de una mano desplaza un poco la glándula hacia el lado opuesto de modo que ese lóbulo se haga más prominente y sea posible cogerlo con la otra mano entre el pulgar y los dedos índices y medio. Por ejemplo, si se intenta palpar el lóbulo derecho de la glándula, el pulgar de la mano derecha del examinador, colocado sobre el lóbulo izquierdo, empuja la glándula hacia la derecha para facilitar la palpación con la mano izquierda. Lo opuesto se efectuaría para el otro lóbulo. Si el examinador se ubica por detrás del paciente, adelanta sus manos y con sus dedos índices y medio identifica el itsmo del tiroides que se ubica debajo del cartílago cricoides. Moviendo los dedos hacia los lados es posible palpar los lóbulos de la glándula. Con los dedos de una mano es posible presionar hacia el lado opuesto para facilitar la palpación del otro lóbulo. Para asegurarse que las estructuras que se están palpando corresponden al tiroides, se solicita al paciente que trague para palpar la elevación que debe ocurrir junto con la tráquea (a veces es necesario proporcionarle al paciente un vaso con agua para que tome sorbos ya que frecuentemente nota que no tiene suficiente saliva). El diagnóstico diferencial se hace con adenopatías o quistes de otras estructuras.
              
               Lesiones del Tiroides
Bocio

El bocio es el aumento de tamaño de la glándula tiroides. Se traduce externamente por una tumoración en la parte antero-inferior del cuello justo debajo de la laringe. Existen varios tipos desde el punto de vista morfológico: bocio difuso, uninodular o multinodular. Según su tamaño se divide en los siguientes estados:
  • Estado 1: detectable a la palpación.
  • Estado 2: bocio palpable y visible con el cuello en hiperextensión.
  • Estado 3: visible con el cuello en posición normal.
  • Estado 4: bocio visible a distancia.
El bocio puede asociarse a una función tiroidea normal (bocio normofuncionante), hipofunción, hiperfunción.

Hipertiroidismo
Es una afección en la cual la glándula tiroides produce demasiada hormona tiroidea. La afección a menudo se denomina "tiroides hiperactiva”.
El hipertiroidismo ocurre cuando la tiroides libera demasiada cantidad de sus hormonas en un período de tiempo corto (aguda) o largo (crónica). Este problema puede ser ocasionado por muchas enfermedades y afecciones, como:
  • Recibir demasiado yodo
  • Enfermedad de Graves(representa la mayoría de los casos de hipertiroidismo)
  • Inflamación (tiroiditis) de la tiroides debido a infecciones virales u otras causas
  • Tumores no cancerosos de la glándula tiroidea o de la hipófisis
  • Tomar grandes cantidades de hormona tiroidea
  • Tumores de los testículos o de los ovarios
La enfermedad de Graves es responsable del 85% de todos los casos de hipertiroidismo.



Tiroiditis

 Indica una inflamación de la glándula tiroides. Es el nombre génerico que se utiliza para abarcar los trastornos del tiroides de etiología variada.


Tiroiditis Subaguda
La tiroiditis subaguda, también llamada de De Quervain, es un proceso inflamatorio doloroso que dura semanas o meses, casi siempre secundarias a una infección vírica respiratoria. Clínicamente se manifiesta por dolor y aumento del volumen glandular, y también hay aumento importante de VSG (velocidad de sedimentación globular).



Bocio de Riedel
Es excepcional y de etiología incierta. Clínicamente se presenta como un bocio de crecimiento progresivo, simétrico o no, muy duro, inmóvil, que produce compresión y englobamiento de las estructuras vecinas, lo que ocasiona disnea, disfagia y disfonía. Los anticuerpos antitiroideos son negativos y en el 25% de los casos existe un hipotiroidismo. La fibrosis puede afectar también: parótida, órbitas, pulmón u otras serosas. El tratamiento es quirúrgico, con el objetivo de conseguir la descompresión de las estructuras vecinas.


Bocio de Hashimoto
Está ocasionada por la presencia de anticuerpos antitiroideos. Es transmisible con carácter dominante.
Algunos autores consideran que las enfermedades tiroideas de carácter inmunológico (Graves-Basedow, tiroiditis de Hashimoto y mixedema) son expresiones clínicas de un mismo proceso.
Histológicamente la estructura tiroidea de esta enfermedad está constituida por linfocitos.
Esta enfermedad es tan frecuente como la de Graves-Basedow, y se caracteriza por el aumento de tamaño de la glándula y síntomas de hipotiroidismo. La tiroxina está baja y el diagnóstico se hace por la presencia de anticuerpos y por biopsia.

Síndrome de Graves-Basedow
La enfermedad de Graves-Basedow es una tiroiditis autoinmune de etiología desconocida, que estimula la glándula tiroides, y es la causa de tirotoxicosis más común. Se caracteriza por hiperplasia difusa de la glándula tiroides resultando en un bocio e hiperfunción de la glándula o hipertiroidismo.




Cáncer del tiroides
El cáncer de tiroides agrupa a un pequeño número de tumores malignos de la glándula tiroides, que es la malignidad más común del sistema endocrino. Por lo general, los tumores malignos de la tiroides tienen su origen en el epitelio folicular de la glándula y son clasificados de acuerdo a sus características histológicas.
Los tumores diferenciados, como el carcinoma papilar o el carcinoma folicular, generalmente tienen buen pronóstico y son curables en casi todos los casos si son detectados en etapas tempranas.
Los tumores no diferenciados, como es el carcinoma anaplásico el cual tiende a cursar con un peor pronóstico, tiene muy poca respuesta al tratamiento y tiene un comportamiento muy agresivo.